En la editorial de Pamela Cerdeira en De Pisa y Corre el tema de hoy es la carta dirigida al narco de las madres buscadoras de cadáveres de sus hijos para pedir una tregua de paz. Acompaña a Pamela Cerdeira de lunes a viernes en DPC por Imagen Televisión a las 8 am junto a Hiram Hurtado.
México es un país tan diverso que difícilmente podría englobarse en una sola realidad. Tenemos a Mérida y su bajísima tasa delincuencial, la CDMX que tiene abismales diferencias sociales separadas a veces solo por una calle. Ecatepec y sus feminicidios. El caribe y sus playas. Sin embargo, acabamos de ver hace poco, un fragmento de ese México que requiere de toda nuestra atención, porque habla también de todos nuestros males.
En el país, muchas mujeres se han convertido en expertas buscadoras de cadáveres, no estudiaron para eso, dejaron su hogar y su trabajo, para buscar a sus hijos o esposos debajo de la tierra. Se han ido preparando, conocen los protocolos incluso mejor que algunas autoridades, y a diferencia de éstas, ellas son incansables.
¿Qué tan lejos están dispuestas a ir para encontrar a los suyos? Escribirle una carta al líder de la delincuencia organizada en Matamoros, para pedir una tregua.
Tregua de Paz
La carta dice así: “Líder de los Ciclones del Cartel del Golfo de Matamoros, en nombre de las 200 familias con personas desaparecidas le envío este mensaje: “le pido, le ruego y suplico tengamos una tregua de paz. Esto con la finalidad de un día, si encontramos a nuestros desaparecidos, poder morir en paz.”
Ellas piden poder entrar al predio de la Bartolina para así exigir a las autoridades que exhumen, identifiquen y enterreguen a las víctimas que se encuentran este predio. Y aclaran, predio del que sabíamos de su existencia desde el sexenio de Peña Nieto. Seguro recordarán que ese predio fue nota hace un par de semanas porque han encontrado 500 kilos de restos humanos.
El cuarto párrafo de la carta es demoledor: Como sabemos y es de dominio público que su organización en sus inicios y actualmente durante la pandemia, han llevado a cabo acciones humanitarias dando apoyos a los más necesitados ante la inacción del gobierno, y es por lo que apelamos a su compasión y buen corazón como seres humanos que somos y nos permitan ir al predio de la Bartolina en su ciudad a exigir a las mencionadas autoridades de los tres ámbitos de gobierno…”
La Bartolina
De qué tamaño tiene que ser el abandono de las autoridades para que la última carta de las madres buscadoras sea apelar al buen corazón de los delincuentes. Es increíble que ni policías estatales, ni Guardia Nacional sean incapaces de garantizar el acceso a un lugar repleto de huesos. Las madres buscadoras piden una tregua, que respeten su vida y libre tránsito para poder entrar al lugar. Y agregan: “Para que ustedes sepan que somos familiares de personas desaparecidas, que solo queremos saber si se encuentran nuestros familiares en la Bartolina, nos amarraremos una pañoleta blanca en nuestro codo izquierdo y llevaremos banderas blancas en señal de tregua de paz.”
Me encantaría saber qué les hace sentir esta carta. Yo la leía una y otra vez, y pasado el coraje porque deja ver que los caminos institucionales no han servido de absolutamente nada, a la vez, mueve una parte de mi corazón que está sorprendido porque es increíble que a pesar del inmenso dolor que estas mujeres deben ir cargando sobre sus hombros todo este tiempo, apelan a un cachito de humanidad que creen pueda quedar en los delincuentes. Y a la vez la tristeza y el coraje de que esta sea su única esperanza.
