En Estados Unidos hay una batalla por Tik Tok, no solo porque tiene cooptados en su mayoría al público joven, más de 150 millones de usuarios dedicándole 95 minutos al día (me parece poco), ahora más horas le dedicábamos a Chabelo los domingos. En México son casi 60 millones de usuarios. Solo que en México el gobierno no está preocupado por el espionaje… claramente. En Estados Unidos sí porque les preocupa que la aplicación pueda ser utilizada por el gobierno chino (país al que pertenece la empresa) para espiar a través de teléfonos que la tienen. Y saben esto porque… eso han hecho las autoridades en Estados Unidos. Parte de lo que Snowden dio a conocer en su momento tenía que ver con cómo el gobierno de Estados Unidos utiliza “huecos” en la programación de las aplicaciones que usamos todos los días para colarse en nuestros teléfonos. No es que bajes una aplicación extraña, es que esa app que usas todos los días puede tener una brecha de seguridad que puede ser aprovechada, por los malos, o por los buenos, aunque no tenemos claro quién es quien.
La amenaza está ahí, o venden Tiktok o se arriesgan a que sea prohibido. El tema es que hasta Trump intentó prohibirlo y no lo logró y según un diario de EUA, no está claro como la administración de Biden pudiera lograrlo. Por un lado, está el tema del espionaje y por otro la influencia cultural que puede lograrse a través del algoritmo, ese sistema que decide arbitrariamente qué nos aparece, qué se vuelve popular, qué nos emociona, qué nos hace llorar y qué nos hace enojar.
Esta administración, la mexicana, tiene un mejor plan que no incluye amenazar a la empresa China, ni exigir medidas de seguridad, es algo mucho más interesante: las corcholatas han cooptado Tiktok y estamos casi seguros de que con esas medidas, los usuarios mexicanos van a salir corriendo.