En los últimos días hemos estado platicando sobre la inteligencia artificial. Inteligencia artificial para escribir himnos, poemas, canciones o pedirle imágenes de cosas que no existen, como gatos que abren puertas. Conseguir que una voz en off lea un texto y sea casi imposible diferenciarla de la voz generada por una persona, conseguir animaciones de personas o avatars y colocarlas diciendo lo que se nos ocurra, todo en minutos o incluso segundos.
Yo estoy verdaderamente sorprendida de la velocidad con la que la gente está adaptando su uso a su vida diaria. Por eso es por lo que llama la atención la carta firmada por diversas personalidades en las que piden a los desarrolladores de Inteligencia Artificial poner una pausa antes de seguir alimentando a sus monstruitos que aprenden solos.
En resumen, la carta dice “sobre los riesgos que la inteligencia artificial (IA) representa para la sociedad y la humanidad. A pesar de la amplia investigación que muestra estos riesgos y la necesidad de planificación y gestión cuidadosa, las empresas están compitiendo por desarrollar sistemas de IA cada vez más poderosos sin control fiable. La IA está empezando a ser competencia humana en tareas generales, lo que plantea preguntas importantes sobre el papel de las máquinas en nuestra sociedad. Los autores llaman a una pausa inmediata de al menos seis meses en la formación de sistemas de IA más potentes que GPT-4 y la implementación de protocolos de seguridad rigurosamente auditados y supervisados por expertos independientes. También hacen un llamado a una aceleración en la implementación de sistemas de gobernanza de IA robustos para garantizar un futuro seguro y próspero con la IA. Por cierto, esta traducción y resumen de la carta, lo hice con inteligencia artificial.”
La carta menciona algo que me pareció muy interesante, como en otros momentos de la humanidad los avances científicos se han frenado por cuestiones éticas, habla de la clonación y la eugenesia. Estamos ante un momento clave en el desarrollo de la humanidad, si puedes poner una pregunta en un sitio web y este tardar 2 segundos en buscar toda la información disponible para dar una respuesta coherente ¿por qué no tener un chip en tu cerebro que te permita hacer lo mismo? Ahora nos reímos porque jugar con esto nos permite conocer sus límites y ver sus errores, pero como toda tecnología, este es solo el principio. ¿Podría la inteligencia artificial mejorar el mundo? ¿O solo hará más grandes nuestras diferencias?