Todos los partidos, todos, menos Movimiento Ciudadano, se pusieron de acuerdo. No para que les reduzcan la lana que reciben, no para donar su sueldo a una buena causa, no sé: las personas enfermas de cáncer. No. Para cortarle los… dientes al Tribunal Electoral que es quien generalmente les está enmendando la plana sobre todo en temas de representación. El asunto volverá a discutirse hoy en la Comisión de Puntos Constitucionales.
Los partidos dicen que, aprobar esto no quiere decir que vayan a quitar las cuotas de género o no respetar los lugares ganadores por grupos subrepresentados como el LGBT+ o las personas indígenas. ¡Ay, patrañas!
¿Tenemos que creerles a los que: pusieron diputadas mujeres para cumplir con la cuota de género para pedirles inmediatamente que renunciaran y entraran sus suplentes hombres, los que se disfrazaron de personas trans para ocupar espacios que no les correspondían, lo que le dieron una candidatura a un personaje acusado de violación y cuando se la quitaron (no por la acusación, por temas de dinero) pusieron de candidata a su hija, los que impugnaron que tuvieran que postular al mismo número de candidatas mujeres que hombres a las gubernaturas porque no les gustó, o los que dejaron que su partido lo presidiera en la Ciudad un sujeto que tenía una red de trata de personas ¡en las oficinas del partido! Y que cuando fue legislador se paseaba con estas mujeres en el la Cámara de Diputados, o a los que pusieron a un legislador que se traía chavitos de estado como ayudantes para drogarlos y violarlos, los mismos que no han aprobado el matrimonio igualitario a nivel federal excusándose en argumentos leguleyos, o los que se paran el cuello diciendo que tienen más legisladoras que nunca, pero dejan la presidencia de las comisiones para sus cuates, los que salieron a defender al INE pero quieren atorarse al Tribunal, o los que no quieren que se metan en las decisiones internas de sus partidos, no le hace que los dirija puro hampón porque entre ellos se entienden?
No, no les vamos a creer.