La privacidad es un derecho que todo usuario tiene para decidir qué información personal compartir con determinada entidad; sin embargo, en los últimos meses este es un concepto que aceleró su camino hacia el olvido.
La crisis de WhatsApp
Comencemos en enero del presente año y la controversia por el anuncio de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp sobre el cambio en sus políticas para usar la aplicación, alboroto por el cual Telegram sumó más de 25 millones de usuarios nuevos en tan solo 72 horas y que incluso llevó a la CNDH a emitir recomendaciones en materia de protección de privacidad y datos personales. Estas medidas anunciadas en primera instancia, tenían que ver con que Facebook podría recopilar información como número telefónico, geolocalización, información bancaria, contactos y otros detalles relacionados con la conexión.
Posteriormente y para atender la crisis de imagen, Whatsapp dio la cara y salió a decir que los datos que se compartirían con el gigante de las redes sociales, serían los relacionados con empresas y no necesariamente los chats personales: “En cambio, esta actualización incluye cambios relacionados al mensajear un negocio en WhatsApp, que es opcional, y provee mayor transparencia en cómo recolectamos y usamos la información”.
El Padrón Electoral
Al poner tanta atención a esta actualización de la afamada aplicación de mensajería, dejamos en evidencia la enorme laguna de omisión que padecemos en otros espacios donde la información se ve constantemente vulnerada. Por ejemplo, fue apenas el pasado 7 de abril que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ratificó una sanción por 84.3 millones de pesos al Partido Revolucionario Institucional, por el uso indebido del Padrón Electoral y la Lista Nominal del Registro Federal de Electores, información que estuvo disponible a la venta incluso en Mercado Libre por la módica cantidad de dos mil pesos.
Geolocalización en la banca
En otra trinchera, desde el sector financiero, la Asociación de Bancos de México anunció en marzo las nuevas reglas para el uso de la banca digital, en las que destaca la obligación de los usuarios de otorgar su geolocalización para llevar a cabo cualquier operación, incluida la apertura de cuentas y el celebrar contratos; disposición que la Red en Defensa de los Derechos Digitales consideró desproporcionada, innecesaria y que implicaría “riesgos graves para la privacidad y seguridad de las personas usuarias”, pues no resultaría eficaz para los fines que persigue.
El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil
Por último, hace unos días –el 13 de abril –, la Cámara Alta avaló en lo general y lo particular la creación del llamado Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que recopilará documentación física e incluso información biométrica de los usuarios de telefonía celular. La intención de los congresistas es inhibir las actividades de la delincuencia organizada, sin embargo, la factura a la privacidad es digna de observar; y si el nivel de candados de esta base de datos es equiparable a los que cuenta el Padrón Electoral en manos de las fuerzas políticas, la información será, apreciado lector, otro botín en el mercado.
¿Espionaje desde la FGR?
De pilón les platico sobre lo recientemente revelado a través de una investigación en el portal El País, que exhibió a la Fiscalía General de la República por haber firmado al menos cuatro contratos con la compañía Neolinx de México para el espionaje masivo de teléfonos móviles, asunto que revivió el tema del programa Pegasus, utilizado por la administración del priísta Enrique Peña Nieto para espiar a activistas y miembros del gremio periodístico.
Hoy por hoy, el usuario promedio es incapaz de ver los riesgos potenciales en la protección de su información, pues estos crecen ocultos y celosamente ligados al apresurado avance de las tecnologías, las plataformas digitales y la alarmante sofisticación en los mecanismos de la delincuencia organizada.
luisochoa.att@gmail.com
¿Cómo va la vacunación en México y sus recientes polémicas? Te comparto mi columna anterior: