En la editorial de Pamela Cerdeira en De Pisa y Corre el tema de hoy es la libertad de expresión. Acompaña a Pamela Cerdeira de lunes a viernes en DPC por Imagen Televisión a las 8 am junto a Hiram Hurtado.
Hablemos de la libertad de expresión y el por qué a todos ustedes que nos están viendo hoy, tiene que importarles. ¿Por qué se enteraron de la corrupción en un gobierno, de las quimioterapias con agua de otro, de alcaldes inmiscuidos en el narcotráfico o de 43 jóvenes desparecidos en Guerrero? Porque detrás de esas historias estuvo un o una periodista que las documentó y se las contó.
El periodismo es el oficio mediante el cual nos enteramos y podemos explicarnos de mejor manera nuestro entorno y el mundo. Cuando un periodista es amenazado, también nuestra forma de explicarnos el mundo, lo es.
Ese cachito de verdad, ese pedazo de rompecabezas también se ve amenazado. Desde el atentado contra Charlie Hebdo en Paris en el 2015 que cobró la vida de 12 personas, hasta el ataque que acabó con la vida de Javier Valdés en México, quien por cierto decía, en medio de tanto horror documentado, que teníamos la obligación de contar historias de vida, de los que sobreviven y siguen adelante. Hasta que a él le arrebataron la voz.
Hoy, en un comunicado conjunto de varios medios de comunicación entre los que se encuentra este grupo Imagen, Milenio, Azteca, Televisa, El Universal, Animal Político y varios más, salen en defensa de la libertad de expresión, en particular de la periodista Azucena Uresti, amenazada a través de un video publicado en Twitter, firmado por el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Mucho hemos hablado de que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, se ha dicho tanto que difícilmente alcanza el eco suficiente para erizarnos la piel. La impunidad en ataques en contra de periodistas es del 98%. ¿Por qué la delincuencia amenaza? Por la misma razón por la que te roban en el transporte, porque pueden, porque saben que no les va a pasar nada. Y más en ataques contra la prensa, porque aquí, más del 40% vienen de parte del Estado, de los tres órdenes de gobierno.
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El estado está obligado a otorgar medidas de protección a periodistas para que puedan hacer su trabajo. En una amenaza como la que vimos ayer, movilizó a los medios de comunicación para un comunicado conjunto, pero se imaginan ahora qué es para tantos y tantas periodistas que cubren esto desde sus estados, con medios pequeños. Que están entre la espada y la pared, entre crimen organizado y políticos de su región, si es que existen esas líneas divisorias.
Verán, quienes estamos detrás de un micrófono o una frente a una cámara tenemos ciertas “ventajas”, las mismas que se buscan dar a forma de protección a víctimas que no han sido escuchadas, o personas cuya vida corre peligro, a veces, hacer sus casos públicos funciona como una especie de seguro.
Cuando ese “seguro” ya no es suficiente para un periodista, menos será para cualquier persona que busque en los medios la protección de lo público.
Denostar a la prensa desde el poder, no ayuda en nada a un oficio que no sabe ya de quién cuidarse. Basta recordar las conferencias de Jaime Bonilla para entender de lo que hablamos. No sé ustedes, yo ya estoy francamente cansada de escuchar “condenas” de un lado y “condenas enérgicas” del otro. Nada más que cada quien pueda hacer su trabajo en paz. Nada más eso, y nada menos que eso.