En la editorial de Pamela Cerdeira en De Pisa y Corre el tema de hoy son las protestas en Cuba. Acompaña a Pamela Cerdeira de lunes a viernes en DPC por Imagen Televisión a las 8 am junto a Hiram Hurtado.
Si hay un tema del que es siempre complicado opinar, además de la religión, y la política, y el futbol, y Yosstop, es Cuba. Empezando porque la isla está atada a la historia y el discurso de personajes adorados por una izquierda que colocó a hombres en la vitrina de semidioses y a partir de ahí construyó una serie de ideales, aderezados de un montón de propaganda. Opinar con claridad sobe figuras endiosadas es prácticamente imposible, porque llevan a discusiones lejos de cualquier realidad. Y la admiración a estas figuras lleva también una ciega admiración al régimen que crearon, del cual, sus fanáticos no ven más que belleza. Aunque no tanta como para vivir ahí. Y cómo podemos decir que el régimen cubano no es perfecto, no vayamos más lejos, porque ningún sistema político lo es.
Protestas en Cuba
El domingo cerró con las múltiples imágenes de las protestas en Cuba. Ya eso, era una cosa poca común. Pero lo que está detrás de las protestas resulta todavía más interesante y lamentable. Un creciente número de contagios de Covid-19, falta de medicamentos, falta de alimentos, falta de insumos y apagones. Cuando hablamos de los contagios y la falta de medicamentos esto adquiere mucha más importancia, sobre todo si recordamos que el ideal cubano ha sido cimentado siempre en sus capacidades de atención en salud.
Te puede interesar: La niña de los escalones, otra vez
En enero del 2021, poco antes de que Trump abandonara la presidencia, el departamento de estado puso a Cuba en la lista como estado patrocinador del terrorismo. Esto implicó sanciones a países y personas que llevaran a cabo actividades de comercio con la isla. Y luego, le sumamos la pandemia.
El presidente Díaz Canel reconoció todas estas carencias, y responsabilizó a Estados Unidos e incluso acusó que por qué no se hablaba de otros países a los que les había ido peor en la pandemia, y a pesar de reconocer todo lo que les ha faltado:
Cuando un grupo ideológico lleva más de 50 años en el poder, lo es todo menos revolucionario, cuando ese poder invita a los ciudadanos a enfrentarse con otros ciudadanos, les interesa todo, menos los ciudadanos. Los males de un país pueden tener múltiples causas, pero quienes se aferran al poder para culpar a otros y no para resolverlos son el más grande todos sus males.