Tenemos la lista de los países más felices del mundo. Esa en la que generalmente a México le va bien. Porque en el fondo todos y todas somos como Bárbara de Regil, que nada nos apague la sonrisa;
El informe es el World Happiness Report, y para variar y no perder la costumbre, Finlandia, el país con mejores resultados en educación, menos corrupción, es también el país más Feliz del Mundo. Y ustedes dirán, pues qué miden para saber si se es feliz: el apoyo social, ingresos, salud, libertad, generosidad y ausencia de corrupción. Los 10 países más felices son: Finlandia, Dinamarca, Islandia, Israel, Suecia, Noruega, Suiza, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Austria. (No, en Austria no es donde están los canguros, eso es Australia). El país más feliz en América Latina es Costa Rica, México está abajito, ocupamos el lugar 36, menos felices que Chile, pero más felices que Malta. Los cinco países menos felices son: Afganistán, Líbano, Sierra Leona, Zimbahue y el Congo. El año pasado estábamos en el lugar 46, pero en el 2020 en el lugar 24. Igual Costa Rica seguía ganando, no puedes llamarte Costa Rica y no estar en los primeros lugares de felicidad. En el 2019 estábamos en el lugar 23. ¿Qué nos hace felices a los mexicanos? Que no nos cuesten las largas distancias, y las elecciones limpias. Nos hace muy infelices que la gasolina esté cara. Y siempre calificamos mal, la seguridad.
Y para quienes sean pesimistas y crean que la pandemia no nos enseñó nada, la benevolencia tuvo un surgimiento importante durante el 2020, más en el 2021 y se ha mantenido a lo largo de estos años, ayudar a los otros y tener relaciones sociales positivas, redes que nos generen un importante soporte han sido clave para ser resilientes durante los años de pandemia, que aun en los países donde les fue bien, salieron golpeados.
Y un dato clave, el altruismo mejora la situación de las personas y por lo tanto de los países, no solo de aquel o aquella que recibe un acto altruista, sino también de quien lo hace. Y eso genera un espiral que beneficia a todos. Así que sí, los gobiernos tienen mucho por hacer, pero parece que el generador más importante de felicidad está entre nosotros.