La semana pasada, el Encuentro Amafore 2022 contó con la presencia de diferentes ponentes y conferencias de altísimo nivel, entre ellos, la periodista y ganadora del Pulitzer, Anne Applebaum. Abrió la conferencia con algo que hasta el momento había sido solo mencionado en temas de relevancia económica: “Mientras estamos aquí, Ucrania está siendo invadida. En territorio ocupado, la gente está siendo rodeada, enviada a campos de concentración, golpeada y en algunos casos deportada a Rusia. Cuando los ucranianos liberen el territorio ocupado por Rusia, encontrarán en sus pueblos tumbas masivas y cámaras de tortura”. Pareciera que ya nos olvidamos de Ucrania, que retomamos el tema cuando un misil cayó en territorio de la OTAN y amenazó con ser el botón que iniciaría una guerra sin igual. Respiramos cuando aseguraron que no era Ruso sino de defensa de Ucrania y regresamos a nuestras vidas. Retomo fragmentos de lo que presentó porque me parece esconde lecciones que debemos recordar.
Después habló de Irán, de donde acabo de recibir un video, gracias a sus valientes mujeres que desde el extranjero han hecho todo lo posible por mantener vivo el tema, en el que oye a un niño llorando y a una mujer suplicarle al policía que no haga nada a su hijo. Hemos olvidado la brutalidad de las autoridades, la gente asesinada y hasta la historia de la muerte de la mujer que inició todo.
“Diferentes regímenes, mismas tácticas”, sentenció Applebaum. Cuando alguien lucha contra un autócrata, no solo lucha contra él, explicó, también contra todas las herramientas que tiene otro de su clase en cualquier otro país del mundo: China, Irán o Rusia, porque sus activos pueden ser compartidos. Hoy no solo se trata de un sujeto controlando al país sino de estructuras complejas, servicios de seguridad (que también pueden entrenar a los servicios de seguridad de otro país), vigilancia, y propagandistas profesionales. “Las compañías controladas por un Estado corrupto, hacen negocios con las compañías controladas en otro Estado corrupto”. Y hay otro punto que me parece vital, que en los últimos años hemos podido ver, más no nombrar con tanta claridad, la borrosa línea de las ideologías: autócratas que se acomodan dentro de todo el espectro político. “No los unen los ideales, los unen los acuerdos.”
Mencionó que uno de los problemas es que creímos que una vez que la democracia estaba instaurada, no teníamos que hacer nada por mantenerla. Le preguntaron, ¿cuáles eran las señales de una democracia en riesgo? Contestó: “cuando se intentan modificar los mecanismos que originalmente los llevaron al poder, para evitar que otros más puedan hacerlo. No son sólo los órganos electorales, sino todas las instituciones que permiten la democracia.”
Publiqué un fragmento de ese encuentro en Twitter, y como el tema de la Reforma Electoral es un asunto sensible, hordas de trolls -que no me siguen- cayeron a insultar y descalificar al más puro estilo de “en dónde estuviste los últimos 90 años” (¡já!). Curioso, Anne hablaba de Putín, y de Maduro, de Irán y China ¿no?