Tengo serias razones para creer que una fuerza malvada, diabólica se ha apoderado de nuestra clase política. Ya sé, me van a decir ¿y qué hay de nuevo con eso? ¡¡NO!!
Esto es peor de lo que habíamos visto nunca. Fíjense, prueba número uno, la semana pasada en la Cámara de Diputados. Es la diputada por Morena, Olga Leticia Chávez:
Aunque me gusta más esta versión:
Prueba número dos de que nuestros políticos necesitan un exorcismo. Ella es la diputada María Clemente.
Pero no solo es eso, verán, cuando tu cuerpo está abierto a recibir un alma del mal, también de pronto puede recibir a otro tipo de almas. Vean:
¿El alma de qué vivo se le metió a la diputada?
Y por último cuando alguien está en contacto con almas malignas, ve gente muerta, nada más que como se trata de la 4T, les pasa al revés y no ven a los vivos. Como prueba, Martí Batres.
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